La buena evolución en las ventas de automóviles se convertía en la excusa perfecta para sumar la tercera sesión consecutiva al alza en Wall Street. Un motivo que se topó con los vaivenes que el Dow Jones protagonizó en los últimos minutos de sesión.
Las gigantes de Detroit registraron su cuarto mes consecutivo de subidas en ventas, algo que invitó a los inversores a pensar que la recuperación no es un espejismo. Y es que fueron las automovilísticas de las primeras compañías que dieron la voz de alarma cuando, hace ya dos años, comenzó la que es la peor crisis económica desde el crack de 1929. Uno de los estandartes de esta industria, General Motors, anunciaba bancarrota.
La advertencia del conocido como el halcón de la Reserva Federal (Fed) tampoco cayó en saco roto. El presidente de la Fed de Kansas, Thomas Hoenig, reiteró la necesidad de elevar los tipos de interés en EEUU. Algo que, en otro momento podría haberse convertido en el principal escollo en una sesión bursátil pero que hoy se interpretaba como una nueva señal de mejora económica.
Ante este escenario, el Dow Jones se situó en 10.405,98 puntos al avanzar un casi inapreciable 0,02%, el Standard & Poor’s 500 sumó un 0,23% hasta los 1.118,30 puntos, mientras que el tecnológico Nasdaq Composite se apuntó un 0,32% al alza hasta los 2.280,79 puntos.
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