miércoles, 10 de marzo de 2010

Cinco ideas para empezar bien el año

Cada día es tan sólo un día más, pero cuando llega un año nuevo, nos sentimos como si la cuenta volviera a cero y pudiésemos empezar de nuevo.

Eso es especialmente cierto en lo que se refiere a nuestras finanzas. Para muchos de nosotros, la temporada de fiestas puede haber reducido nuestras arcas, a diferencia de lo que ha pasado con nuestras cinturas. Aquí van 5 ideas para empezar tanto 2010 como la nueva década con buen pie:

1. Establezca un plan de ahorro

Desde que el tsunami financiero arrasó con todo en septiembre de 2008, muchos empezaron a ahorrar rigurosamente. Eso es algo bueno, pero existe la tentación de abandonar esa disciplina cuando las nubes empiezan a despejarse.

Aunque la economía sigue siendo frágil y mucha gente todavía está desempleada, los indicios de recuperación se están volviendo cada vez más aparentes. Entre sus propósitos para este nuevo año incluya una meta de ahorro en función de sus ingresos regulares, incluso si no es una cantidad importante. Mantener la disciplina es algo crucial. El monto del ahorro puede crecer con el tiempo.

2. Establezca un fondo para emergencias

Los consejos sobre cómo ahorrar para la jubilación o la universidad de sus hijos abundan. Pero la asesoría sobre qué tipo de fondo de emergencia debería tener es escasa.

Un fondo para emergencias, que se puede alimentar de su plan de ahorros, debería cubrir unos seis meses de ingresos. Es un tipo de seguro personal, algo valioso en estos tiempos de cambio acelerado.

Estos fondos deberían estar disponibles en caso de emergencia. Por supuesto no olvide tener al día sus seguros personales ( salud, accidentes, vida) y patrimoniales (vehículo, hogar, empresa). Es la mejor manera de protejer su bolsillo en caso de algún problemas de salud o pérdida patrimonial.

3. Opte por pagar la tarjeta de débito cada mes o use solo la de débito

Deshacerse de sus tarjetas de crédito es una buena idea y eliminar toda la deuda de tarjeta de crédito es una idea aún mejor. Las tasas de interés asociadas con la deuda de tarjeta de crédito fácilmente pueden superar o minar los rendimientos que pueda obtener en otras partes.

Pero el mundo se está alejando del efectivo a pasos agigantados. La noción de no tener tarjetas es casi inaudita. Entonces, ¿qué tipo de tarjeta tener? Una tarjeta de débito actúa como el efectivo, lo que la convierte en la mejor opción. Puede gastar sólo lo que tiene.

4. Reequilibre sus inversiones

El año pasado, reequilibrar significó adquirir más exposición bursátil tras un año de grandes pérdidas en las acciones. Esa noción sonaba bastante alocada por aquel entonces, pero resultó ser acertada.

Eso se debe a que las acciones repuntaron respecto de sus mínimos de marzo y registraron un año sorprendentemente saludable. Ahora, la mayoría de nosotros tenemos demasiadas acciones y colocar parte del dinero en bonos o incluso efectivo para reequilibrar la ecuación podría ser una opción prudente.

5. Recompénsese a sí mismo

Los propósitos de año nuevo normalmente no se cumplen, y un gran motivo de ello es que no suelen ser agradables. Hacer dieta, ahorrar, no gastar. Empezamos el año como monjes y en febrero descubrimos que la vida monástica no es lo nuestro.

En consecuencia, es importante tener un propósito que sea divertido: un poco de azúcar con todo ese vinagre.

Para mí, eso significa ahorrar dinero para un viaje familiar más avanzado el año. Este ahorro es adicional al plan de ahorros establecido en el primer propósito. Si cumplimos los primeros cuatro objetivos, nos podemos recompensar por iniciar la década con buen pie financiero.

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