jueves, 11 de marzo de 2010

HSBC revela robo de datos de 24.000 de sus clientes

HSBC Holdings PLC informó que un ex empleado robó datos de unas 24.000 cuentas en su banco privado suizo que terminaron en las manos de autoridades francesas, en el caso más reciente que deja en evidencia las complicaciones que surgen cuando información bancaria robada termina bajo custodia de gobiernos ansiosos de perseguir a evasores de impuestos.

La situación de HSBC involucra a un ex empleado de tecnología de la información, Hervé Falciani, quien supuestamente robó los datos en 2006 y 2007 y luego intentó venderlos a varios gobiernos. Enfrentado a acusaciones de robo por parte de HSBC en diciembre de 2008, Falciani, un ciudadano de nacionalidad francesa e italiana, se escapó a Francia. Meses más tarde, las autoridades francesas registraron su casa allí y confiscaron los datos.

Desde ese momento las autoridades francesas devolvieron los datos a Suiza y acordaron no usar la información para emitir un pedido oficial ante las autoridades suizas para obtener más información que ayudaría a investigar evasores de impuestos franceses. Sin embargo, se reservaron el derecho de usar los datos de forma unilateral para perseguir a ese tipo de evasores en Francia. Quizás también entregue los datos a otros gobiernos que buscan usarla para investigar a sus propios evasores fiscales.

El tema es difícil para HSBC, que en diciembre indicó que creía que menos de 10 clientes habían sido afectados por el robo. HSBC afirma que recién reveló el alcance real del robo el 3 de marzo, luego de que los datos fueron devueltos a Suiza por parte de Francia. HSBC investiga cargos criminales contra Falciani en Suiza, pero por el momento sigue libre en Francia.

Las noticias vuelven a poner presión sobre el secreto bancario suizo. Durante los últimos dos años, los gobiernos extranjeros disputaron cada vez más la tradicional resistencia de Suiza a ayudar a las autoridades a investigar a evasores fiscales con cuentas bancarias suizas. En un acuerdo el año pasado, el gobierno suizo acordó entregar detalles de 4.450 cuentas de contribuyentes estadounidenses quienes supuestamente evadían impuestos en EE.UU., aunque ese acuerdo quedó en suspenso debido a disputas legales en Suiza.

Un giro reciente en el debate es la potencial predisposición de los gobiernos a pagar por datos robados como una forma de identificar los evasores de impuestos. La situación del HSBC involucra un caso en el que Falciani aparentemente intentó y fracasó al querer vender los datos robados a varios gobiernos.

Funcionarios del Ministerio de Presupuesto francés no devolvieron las llamadas con pedidos de comentarios. Un abogado francés y otro suizo que defienden a Falciani tampoco devolvieron las llamadas.

Pero hace poco Alemania indicó que estaba dispuesta pagar una recompensa a un empleado bancario que quería vender información robada de un banco suizo. Un vocero del Ministerio de Finanzas alemán afirmó que varios juegos de información fueron ofrecidos en las últimas semanas y que por lo menos un juego fue comprado.

El gobierno suizo denunció la práctica de gobiernos extranjeros que compran o usan datos bancarios robados, al decir que no cooperaría con ninguna investigación de evasión fiscal que surja de ese tipo de información.

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