Los mercados confirmaron también hoy su particular semana de transición. La poca confianza que trasmitía a última hora Wall Street restó fuerza al amago previo de rebote de las bolsas europeas. Los mercados de deuda dieron nuevas muestras de estabilidad, y el Ibex moderó su subida al 0,29%, hasta los 11.077 puntos. En el conjunto de la semana se ha limitado a salvar los 11.000, con un saldo positivo de sólo el 0,5%.
La última sesión tampoco ha podido desperezar a los inversores. La semana comenzó marcada por las tres primeras jornadas de sequía de datos macro en Estados Unidos, y las dos últimas no han servido para despejar las dudas.
Por un momento, la combinación del repunte récord en la producción industrial en la eurozona y un inesperado aumento de las ventas minoristas en Estados Unidos relanzó el optimismo en los mercados. La reacción resultó efímera, y se fue desvaneciendo a raíz del desalentador deterioro en el índice de confianza de los consumidores estadounidenses.
Wall Street llegaba a media sesión, otra vez, en tablas, aunque en su caso, en zona de máximos desde finales de 2008. Europa se mueve en zona de máximos mucho más recientes, y el cierre de hoy tampoco supuso muchos cambios. El Cac francés concluyó plano, el Ftse británico se anotó sólo un 0,2%, y el Dax alemán un 0,3%. El Eurostoxx50 terminó un 0,09% al alza. Carrefour, penalizado por los analistas, activó el freno.
El Ibex alcanzó máximos intradía, a media sesión, en 11.181 puntos. El declive posterior redujo la subida al 0,29%, hasta los 11.077 puntos, menos de 60 puntos, un 0,5%, por encima del nivel del pasado viernes.
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