El cobre bajó el jueves afectado por el fortalecimiento del dólar y las dudas de los inversores de que el ajuste monetario en China, principal consumidor mundial del metal, pudiera reducir la demanda.
El cobre referencial para entrega en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) cerró a 7,486 dólares la tonelada, desde un cierre de 7,534 dólares el miércoles.
En Estados Unidos, el cobre para entrega en mayo cayó 2.25 centavos para cerrar a 3.3955 dólares la libra en la división de metales COMEX de la Bolsa Mercantil de Nueva York.
Las expectativas del mercado sobre una recomposición de la demanda, más allá de China, se volvieron a Estados Unidos, donde los datos oficiales mostraron una mejora gradual del mercado laboral, con una caída en la cantidad de nuevos reclamos de desempleo esta semana.
En su última iniciativa para recortar la cantidad de efectivo que circula por la economía, el banco central de China tiene previsto absorber una enorme cantidad de 213,000 millones de yuanes (31,000 millones de dólares) en sus operaciones de mercado abierto esta semana.
Los temores a nuevas medidas de Pekín para ajustar el crédito, después de dos incrementos en los ratios de reserva en lo que va de este año y una restricción de los préstamos, han contribuido al nerviosismo en los mercados de acciones y materias primas en todo el mundo.
Pero el analista de Societé General, David Wilson, dijo que los últimos datos económicos de Estados Unidos estuvieron en línea con las expectativas y por eso la atención seguiría sobre el gigante asiático.
“La pregunta que muchos inversores se hacen es si el ajuste fiscal de China tendrá un impacto sobre la demanda”, señaló.
Otro factor que pesaba sobre el cobre era la subida del dólar contra una canasta de monedas a medida que los inversores recortaban posiciones cortas en dólares antes de unas mediciones de la inflación al consumidor estadounidense.
El fortalecimiento del dólar encarece los metales para los inversores de afuera de Estados Unidos.
El cobre llegó el miércoles al máximo en una semana alentado por la decisión del martes de la Reserva Federal de Estados Unidos, de dejar sus tasas de interés cerca del cero por ciento por un período extenso.
Los precios al consumidor en Estados Unidos quedaron sorpresivamente sin cambios en febrero, según datos del jueves, dando un espaldarazo a la política de tasas bajas de la Reserva Federal.
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