Dominic carrasco intentó vender su apartamento por primera vez en enero de 2009. Las únicas ofertas que recibió el masajista de 42 años se ubicaron bien por debajo de los 166.900 dólares canadienses que había pagado por el lugar cinco años antes.
El mes pasado, Carrasco volvió a intentar. El estudio fue arrebatado por la mujer encargada de ingresar la información al portal de avisos clasificados por 209.900 dólares canadienses (US$196.003), 40% más que la oferta más alta del año pasado. "No lo podía creer", afirma Carrasco, quien reconoce que su cambio de suerte le causó tanto alivio como perplejidad. "Si mi apartamento puede subir tanto en un año, no tiene sentido".
En momentos en que Estados Unidos se esfuerza por salir de su crisis inmobiliaria, su vecino del norte enfrenta un desafío diferente: la recuperación del sector de vivienda en Canadá ha sido tan rápida que algunos temen que se forme una burbuja.
El 27 de enero, un índice de precios de casas en las seis mayores ciudades de Canadá reportó una alza por séptimo mes consecutivo, lo que muestra que los precios de las viviendas en noviembre ya estaban al mismo nivel registrado antes de la recesión. Otra medida más amplia muestra que el precio promedio de las viviendas en 2009 alcanzó un récord. La construcción de casas también repuntó y las obras nuevas comenzadas en enero saltaron a su nivel más alto desde octubre de 2008.
Las autoridades financieras de Canadá afirman que observan los precios de las viviendas con cuidado. En diciembre, el ministro de Finanzas delineó pasos que puede tomar para enfriar la situación, de ser necesario. El mes pasado el banco central afirmó que observa el auge en el mercado con "atención, pero no alarma".
Algunos observadores pronostican problemas. "Es una manía. Va a terminar mal", afirma Garth Turner, un ex miembro del gabinete que acaba de publicar un libro que predice que los precios de los bienes raíces y otros activos caerán.
Varios otros países han adoptado medidas ante los temores de que sus mercados de bienes raíces suban de temperatura demasiado rápido. En China, un boom inmobiliario ha estado impulsando los precios de las propiedades a una tasa anual del 20%, lo que ayudó a alimentar la expansión económica de más del 8% en 2009. A medida que se acumula evidencia de una burbuja de bienes raíces, el gobierno chino reforzó los controles sobre los préstamos bancarios. En Corea del Sur, las tasas de interés más bajas de la historia llevaron a frenéticas compras de viviendas, y el año pasado el gobierno redujo la cantidad máxima que pueden pedir prestado los aspirantes a convertirse en propietarios.
En Canadá, casi 40% del Producto Interno Bruto ha sido históricamente generado por exportaciones, principalmente a EE.UU., donde persiste la debilidad económica. Para estimular su economía, el gobierno se ha concentrado en impulsar el consumo interno. Para ello mantuvo una tasa de interés cercana a cero —lo que produjo tasas hipotecarias excepcionalmente bajas— y ha ofrecido varios incentivos financieros y alivios fiscales.
Los consumidores respondieron. El precio promedio de una vivienda en Canadá ha subido 23% desde su punto más bajo en enero de 2009. Los volúmenes de ventas de viviendas aumentaron 70% durante el mismo período.
Canadá nunca tuvo la clase de burbuja creada por préstamos de alto riesgo que experimentó EE.UU., en parte gracias a prácticas conservadoras de crédito. El S&P Case-Shiller —un índice estadounidense de precios de viviendas en 20 ciudades— se duplicó entre enero de 2000 y fines de 2006, y luego cayó 33% durante la crisis económica. En Canadá, un índice de precios similar, registró un alza de 90% entre 2000 y mediados de 2008, pero cayó sólo 9% durante la crisis.
No todos coinciden en que los recientes aumentos de precios en Canadá son motivo de preocupación. Los escépticos de las burbujas afirman que no ven otros síntomas de revuelo como compras especulativas, estándares de préstamos más flexibles o un aumento en los precios de los terrenos. El banco central de Canadá y el ministro de Finanzas afirman que actualmente no hay motivos para alarmarse.
Pero algunos economistas que están preocupados señalan que los precios de las viviendas están aumentando mucho más rápido que otros barómetros del estado de la economía. El alza de precios de 2009 de más de 20% se produjo en momentos en que los ingresos personales en Canadá cayeron casi 1% y el nivel de empleo total era 1,4% más bajo que el año anterior.
Otro posible peligro: debido a que los bancos canadienses suelen reajustar cada ciertos años los intereses de hipotecas con tasas variables, quienes compran ahora a tasas bajas probablemente experimenten aumentos pronto. Toronto-Dominion Bank pronostica que la tasa a la que muchas hipotecas canadienses están atadas, la tasa principal, podría casi duplicarse para fines de 2011. El banco central advirtió en su informe de diciembre que si las tasas de interés aumentan como está previsto, para mediados de 2012 alrededor del 9% de los hogares canadienses podrían tener tantas deudas que serían "financieramente vulnerables".
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