Las bolsas europeas han cerrado la semana con leves subidas, con las que han tratado de corregir un poco los desplomes producidos durante la semana debido al terremoto y la posterior crisis nuclear en Japón. Pero la corrección del viernes no ha bastado para compensar las caídas de la semana y todos los mercados de valores han terminado con un balance negativo, sobre todo, el de Fráncfort, el más castigado por las consecuencias del desastre nipón.
En España, el Ibex 35 ha concluído el viernes con un levísimo repunte de un 0,03%, con lo que se queda en los 10.300 puntos (10.328,4).
La razón de esa aparente invariabilidad ha sido el reajuste de carteras realizado por los inversores en la recta final de esta jornada, cuando se ha producido lo que se conoce como cuádruple hora bruja, porque coinciden los vencimientos de numerosos productos financieros, algo que sólo sucede cuatro veces al año.
En Europa, los índices también han acabado la sesión con subidas: el Dax de Fráncfort ha avanzado un 0,11%, el Cac 40 de París ha subido un 0,63%, el FTSE 100 de Londres ha ganado un 0,39% y el FTSE Mib de Milán ha repuntado un 0,27%.
Sin embargo, dentro del análisis del comportamiento semanal, el selectivo español ha sido el menos penalizado entre los principales índices europeos. En las cinco sesiones ha sumado una pérdida del 0,67%.
Por contra, el Dax ha retrocedido más de un 4%, debido a que en la bolsa alemana cotizan grandes grupos industriales relacionados con la energía nuclear y también aseguradoras, muy golpeadas por el terremoto y posterior tsunami registrados en Japón el pasado 11 de marzo. El FTSE de Londres se ha dejado casi un 2% y el Cac de París, más de un 3%.
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