jueves, 11 de septiembre de 2014

Wall Street merodea sus barreras psicológicas sin rumbo fijo

Wall Street vivió hoy una jornada de fluctuaciones ligeras y cerró en mixto, con el Dow Jones perdiendo y recuperando los 17.000 puntos hasta cerrar con un descenso del 0,12 % y en los 17.409 enteros, mientras que el S&P 500 hizo lo propio pero al revés: acabó subiendo un 0,09 % pero no llegó a los 2.000.

El principal indicador de Wall Street fue el único de los tres índices principales (a los dos anteriores habría que sumar el Nasdaq) que cerró con números rojos, y las causas fueron datos macroeconómicos decepcionantes y, sobre todo, una nueva oleada de incertidumbre en el territorio internacional.

El dato negativo se refirió al mercado laboral, pues las solicitudes del subsidio por desempleo aumentaron en 11.000 la primera semana de septiembre y alcanzaron las 315.000, el mayor nivel registrado desde finales de junio y por encima de lo que habían previsto los analistas.

Con los tipos de interés como punto de fuga, los indicadores de la economía estadounidense siempre son recibidos con cajas destempladas: si son buenos, porque acelerarán el proceso de desintegración de la política proteccionista de la Reserva Federal. Si son malos, porque ponen en duda la cacareada recuperación.

En cualquier caso, una vez más, fue el contexto internacional el que más aturdió a los operadores de bolsa, pues ya no son tiempos de ver con ojos optimistas el comienzo de una contienda bélica en la que Estados Unidos esté implicada, después del balance ruinoso de Irak y Afganistán.

Eso, en lo relativo al anuncio de una nueva ofensiva de EE.UU. contra el Estado Islámico en Irak. Pero mucho menos parece apetecer una nueva Guerra Fría y hoy se anunciaron nuevos planes de la Casa Blanca y sus aliados de aumentar las sanciones a Rusia, con lo que se espera una respuesta del proverbial antagonista del país más poderoso del mundo.

Este último conflicto, de momento, solo beneficia a todo lo relacionado con el petróleo, cuyo precio en Estados Unidos sube porque se convierte en un valor más seguro en tiempos de inestabilidad, lo que se tradujo en que hoy las empresas de transporte vivieron una estupenda sesión.

Pero más allá de esa consecuencia más que evidente, en Wall Street todavía tratan de discernir qué parte de las tensiones internacionales les repercuten y cómo.

Así que mañana cerrarán la semana con datos más fácilmente interpretables, como los datos de ventas en grandes almacenes o el índice de confianza del consumidor, y cruzarán los dedos para que no suceda nada que no sean capaces de interpretar.

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