Las declaraciones dovish del presidente del Banco Central Europeo
(BCE), Mario Draghi, no lograron contrarrestar la presión bajista a la
que se sometieron las bolsas europeas después de que Wall Street abrió
con caídas de más de medio punto porcentual.
Durante el cierre del comercio europeo, el FTSE 100 bajó 1.00%, el
DAX 30 cayó 1.57%, el CAC 40 perdió 1.33%. El FTSE MIB de Italia descendió
1.67%, mientras que el IBEX 35 de España retrocedió 0.70% y el índice
Stoxx 600 disminuyó 0.97%.
La jornada había iniciado con buen tono después de que Draghi hizo
hincapié en que podría utilizar instrumentos adicionales de estímulo, e
incluso realizar intervenciones no convencionales si cree que el
objetivo de inflación se ve amenazado.
Las declaraciones de Draghi, dejan la puerta
abierta a la posibilidad de que el banco central se embarque en compras a
gran escala de bonos del estado o una flexibilización cuantitativa (QE,
por sus siglas en inglés), algo a lo que se había resistido en gran
medida hasta el momento.
No obstante, tras la apertura negativa de la bolsa de Nueva York los
índices accionarios europeos se vieron arrastrados por la volatilidad
del mercado, pues los datos económicos en Estados Unidos reportados hoy
no agradaron a los inversionistas.
Las peticiones semanales de desempleo volvieron a subir hasta las 293
mil, aunque es un ascenso menor del esperado. El dato de bienes
duraderos del pasado mes reportó una caída de 18.2%, más de lo esperado y
muy lejos del alza superior al 20% registrada en julio.
También se ha conocido el índice PMI de actividad del sector
manufacturero, que ha quedado algo por debajo de lo esperado (58.5
puntos).
De acuerdo con algunos rumores de mercado, se vendieron más de 180
posiciones largas en acciones a través de programas de venta, aunque
también señalan que también ha habido ventas de ETFs del S&P 500 y
entrando en ETFs de bonos del Tesoro.
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