De mala forma cerraron julio las bolsas de Europa, ya que cayeron más de 4%, en un período marcado por las tensiones geopolíticas en Ucrania y Gaza,
los problemas del Banco Espirito Santo que hoy cae 50% en la bolsa de
Lisboa, los resultados empresariales, y ahora se suma la suspensión de
pagos de Argentina.
Bajo estos factores, el DAX 30 de Frankfurt lideró las pérdidas con
4,33% durante julio, llegando a los 9.407,48 enteros, seguido del CAC 40
de París.
En tanto, el IBEX 35 de Madrid, durante la jornada de hoy tuvo un
recorte del 2,10% hasta los 10.707,20 puntos, con lo que termina julio
con pérdidas de 1,98%. Con estas cifras rompió una racha de siete meses
seguidos de alzas.
Por su parte, el FTSE 100 de Londres fue el que menos se vio afectado
por el escenario económico y cayó solo 0,64% en el día hasta las
6.730,11 unidades, provocando una pérdida mensual de solo 0,21%.
Cabe señalar que durante la sesión se dieron a conocer varios resultados empresariales, entre los que destacaron Santander y Telefónica.
A esto se suma el desempleo de junio de la zona euro y la Unión
Europea (UE) que llegó a 11,5% y el 10,2%, respectivamente, lo que
representa los niveles más bajos desde 2012, de acuerdo a lo informado
hoy por Eurostat.
Además, Eurostat informó que la tasa de inflación interanual de la
zona euro se situó en julio en el 0,4%, frente al 0,5% del mes de junio,
siendo la menor alza de los precios en la región desde octubre de 2009.
El Viejo Continente se ha sumado al sell-off de los mercados
mundiales de renta variable, pues mientras las bolsas de valores de los
mercados emergentes y desarrollados se mueven con pérdidas de más de
1.5%, el centro y la periferia de la Eurozona alcanzan el 2% de
pérdidas.
Pese a las medidas tomadas por el Banco Central Europeo el mes
pasado, la economía de la Eurozona es muy débil para impulsar el índice
de precios al consumidor, el cual obtuvo su nivel más bajo desde octubre
de 2009. De esta manera vuelven los temores de que la región podría
estar dirigiéndose a una espiral inflacionaria descendente, lastrando la
débil recuperación de las economías europeas.
La tasa de inflación lograda en julio es la más baja desde octubre de 2009 y por
debajo de un pronóstico promedio de un 0.5%.
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