Las bolsas de Asia tuvieron un cierre principalmente positivo, ilusionados con la entrega de resultados de grandes compañías mundiales, aunque el parqué japonés destiñó al no convencerse de un mejoramiento de la situación económica global.
Es así como el Nikkei perdió terreno, cortando tres días de ganancias al ceder un leve 0,39% para quedar en 8.738,9 enteros. Siendo los sectores del metal e inmobiliario los que lideraron los retrocesos.
Situación distinta a lo vivido en la Bolsa de Seúl, donde el índice Kospi subió un 0,81% al terminar la sesión en 1.809,5 unidades. Con este resultado encadena la quinta jornada consecutiva de subida ante las señales positivas sobre la crisis de deuda europea y a la espera de buenos resultados empresariales.
Por su parte, la plaza de Shanghái cerró hoy con un alza de 3,04%, concluyendo su cotización diaria en 2.420 puntos. Sin embargo, el principal indicador de las bolsas chinas ha caído ya más de un 17% en lo que va de 2011, y desde mayo pasado no ha conseguido remontar por encima de la línea psicológica de los 3.000 puntos.
Finalmente, el índice referencial de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, avanzó un 1,04%, tras lo cual se situó en 18.329,46 puntos. En esta plaza, la noticia de que Grecia recibirá el sexto tramo de ayudas de su plan de rescate favoreció las compras, pese a que los miembros de la “troika” (Unión Europea, BCE y FMI) advirtieron de que la recesión helena se prolongará más de lo previsto.
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