Dos
tipos de reservas muy diferentes, las del petróleo y la Reserva
Federal, arruinaron el día a Wall Street, que vivió otra jornada de
caídas de tres dígitos para el Dow Jones y que no pudo celebrar los
buenos resultados de Apple y Boeing.
Casi 200 puntos perdió el
principal indicador del parqué neoyorquino, que ayer ya se dejó
alrededor de 300 y que, de seguir así, podría ya no alejarse más todavía
de los 18.000 puntos, sino perder también los 17.000.
Las
primeras "reservas" de Wall Street para aguar lo que empezó como un día
en verde llegaron desde el Departamento de Energía, que echó más leña al
fuego de las caídas del petróleo y anunció que, la semana pasada, las
existencias del crudo no solo aumentaron, sino que aumentaron más de lo
previsto.
Es decir: que si el precio del petróleo ya era bajo por
la crisis de oferta, con más existencias, más devaluación. Así, el
precio del barril de Texas cerró a 44,45 dólares tras caer un 3,85 %.
En
consecuencia, el sector energético cayó un 3,59 %, arrastrando consigo
al de las materias primas, que se precipitó un 1,61 % y el de los
servicios públicos (-1,21 %).
La otra "reserva" era la de la
reserva con mayúsculas: la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y su
presidenta, Janet Yellen, que estrenó en 2015 su calidad de azote de los
mercados.
Hoy, tras la Reunión de Mercado Abierto de la Fed,
anunció lo que, en otro contexto, podría haber sido una gran noticias
para los inversores, y mostró, completando el trabalenguas, sus
"reservas" a de subir los tipos de interés.
O lo que es lo mismo,
todavía no ha llegado el momento de retirar el apoyo a la inversión
privada y facilitar el ahorro de los ciudadanos, que ahora mismo reciben
por tener el dinero en el banco entre el 0 y el 0,25 % de interés.
Con
esta noticia, fue el sector financiero el que se desplomó (cayó un 1,97
%) y así en el Dow Jones convivían las petroleras Chevron y Exxon
Mobile con JPMorgan en la puja por liderar las pérdidas.
Con estos
dos ejes disfuncionales, al terminar el día, las empresas que habían
liderado la recuperación a primera hora de la mañana en Wall Street
llegaron a la línea de meta como héroes solitario.
Apple, que ganó
18.024 millones de dólares en los últimos tres meses, cerró con un
aumento del 5,65 %, y Boeing, que obtuvo un beneficio neto de 1.466
millones de dólares en el último trimestre del año, marcó una subida del
5,40 % al sonar la campana.
Una campana que por la mañana repicó en tono celebratorio y que acabó doblando por un nuevo día dramático en Wall Street.
En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 44,36 dólares el barril, el oro cedía a 1.286 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba al 1,72 % y el dólar ganaba ante el euro, que se cambiaba a 1,128 dólares.
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