Las principales bolsas del Viejo Continente finalizaron con cifras
rojas la semana, luego de que este viernes experimentaron su cuarta
jornada consecutiva de caídas, exceptuando por el mercado español. Todo
ello, en medio de una volátil jornada.
La atención de los mercados se concentró en la reunión de la próxima
semana de la Reserva Federal de Estados Unidos y el temor ante un
inminente recorte de los estímulos.
Los inversionistas europeos también están atentos a los planes del
Banco Central Europeo (BCE) de penalizar la deuda soberana de la banca,
en un intento por fomentar el crédito.
En este contexto, el indicador que mostró el mayor retroceso semanal
fue el DAX 30 de Frankfurt con un 1,81% y una pérdida diaria de 0,12% que
lo dejó cerca de perder la barrera de los 9.000 puntos, hasta los
9.006,46 enteros.
Le siguió de cerca el FTSE MIB que cayó un 1,75% en los cinco días de
operaciones, mientras que en la sesión no mostró variación y quedó con
17.805,73 unidades.
Asimismo, el FTSE 100 cedió un 1,71% en la semana y un 0,08% este viernes hasta los 6.439,96 puntos.
En tanto, el CAC 40 de París alcanzó una variación negativa semanal de 1,69% y diario de 0,23%, obteniendo 4.059,71 enteros.
Por su parte, el único indicador que cerró la sesión de viernes con
alzas fue el IBEX de Madrid, que tras subir un cauto 0,10% hasta las
9.281 unidades, dejó atrás tres jornadas consecutivas de bajas.
No obstante, el mercado español sucumbió un 1,27% en la semana, anotando se segunda semana de descensos.
Los inversionistas comenzaron la sesión con ganas de comprar, pero
finalmente la prudencia se impuso y han preferido esperar a la semana
que viene para tomar posiciones una vez se conozca el resultado de la
reunión de la Fed, consigna el portal español Expansión.
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