Después de que el S&P 500 cerrase ayer con ventas por segunda sesión
consecutiva en su mayor caída en casi cinco semanas, Asia no ha
encontrado excusas alcistas y los inversores han optado por seguir la
estela bajista de Wall Street.
Como no podía ser de otra manera, los
expertos culpan al miedo por el tapering (reducción en el programa de compra de bonos) de la Reserva Federal (Fed) tras el acuerdo sobre el presupuesto estadounidense.
Los analistas de AMP Capital Investors incluyen lo anterior entre los riesgos, pero también comentan que “después de las rápidas ganancias de los últimos dos años, las acciones ya no son extremadamente baratas. Por lo tanto, las compras ahora serán más contenidas y volátiles”.
Como ejemplo del interés inversor en las bolsas asiáticas, los
extranjeros han aumentado sus compras de renta variable nipona este año
en una cantidad récord. Según datos de la bolsa de Tokio, han comprado
12,9 billones de yenes en acciones desde principios del año hasta
finales de noviembre. El Topix acumula compras acumuladas este año del
45%.
En cualquier caso, el Nikkei ha bajado hoy un 1,12%; el Kospi ha perdido un 0,51%; el Hang Seng se ha dejado un 0,60%; y el Shanghai Composite ha retrocedido un 0,06%
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